Iniciamos el trayecto en el Molí de Fórnols. Atravesamos el río y vamos a buscar una pista que discurre en dirección oeste-este, en el margen izquierdo del valle. La pista asciende con suavidad entre los pinos (atención con la cabeza: hay alguno caído), hasta llegar a Tuixent. Allí circularemos sobre asfalto un rato, bordeando el pueblo en dirección sur, hasta que encontremos un cruce a la izquierda que nos llevará al valle del Riu de Mola. En el desvío hay una fuente fresca, perfecta para hacer acopio de agua buena. La pista asciende, siempre por el lado umbrío del valle. Algo más allá de los Planells de Sastró (donde se puede hacer una costellada ), la pista se bifurca: si continuáramos por la principal llegaríamos a Gósol por el Coll de la Mola, pero nosotros tenemos que girar a la derecha por una pista que sale en dirección oeste, y que gana altura en medio de un espeso bosque, en la ladera norte de la Serra del Verd, siempre hacia poniente, hasta llegar a Coll de Port. Aquí encontramos un nudo viario: pasa la carretera que sube de Tuixent y que nos llevaría hasta Sant Llorenç de Morunys, y también la que llega hasta el Prat de l'Arp, donde comienza la estación de esquí de fondo. Pero en vez de encarar la bicicleta hacia alguno de estos honorables destinos buscaremos una pista que sale del puerto, hacia el norte, y que baja hacia el Coll de Buc. Hay otra pista, más a la derecha, que no tomaremos, porque baja recta hacia Tuixent. La de la izquierda nos llevará, decididamente y sin contemplaciones, hasta el Molí de Fórnols, entre una inmensidad de bosque.
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